Son muchas las temáticas abordadas por Lars von Trier en esta película, siendo la religión una de las más importantes, lo vemos en la alusión a la idea de cielo e infierno, o en la exploración de campanas de los templos como parte elemental para el culto. La película se desarrolla en un pueblo muy pequeño de Escocia, una comunidad profundamente religiosa, la película empieza con la decisión de Bess (Emily Watson) de casarse con Jan, en esta primer escena ya se puede apreciar la forma como se relaciona esa iglesia con sus fieles, se observa un dominio casi absoluto, se ve una comunidad en la cual todos los aspectos de la vida están determinados por la religión. Siendo una persona que respeta totalmente la libertad de culto no voy a criticar ninguna religión, la de la película perteneciente al protestantismo no se diferencia de muchas otras que pretenden hacer lo mismo: influir en la sociedad en todos los aspectos posibles e imponer su posición como la única verdad. Considero que el director protesta ante muchas situaciones de esa iglesia, y lo hace de una manera que pese a no ser tan sutil, no es escandalosa, pues la atención se desvía fácilmente al tema de pareja, fidelidad, sexo y matrimonio.
Hay dos cosas que voy a resaltar de la película, una es la actuación de Emily Watson, excelente actriz que se atrevió a hacer un personaje tan complejo como el de Bess una mujer con problemas mentales que está dispuesta a darlo todo por amor. También me pareció curiosa la forma como el director divide la película en capítulos, en los cuales se conoce un poco más a otros aspectos de los personajes debido a los cambios drásticos entre cada capítulo.
los capítulos son un ingrediente excelente... película interesante por demás
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